Se acercan las Navidades, época de pasar tiempo en familia y de gran disfrute para los pequeños de la casa. Pero también de quebraderos de cabeza para los padres a la hora de decidir qué regalos son los más acertados para nuestros hijos. Y es que son muchas las dudas que pueden surgir:
- ¿Qué le/s regalamos?
- ¿Cuántos juguetes son adecuados? ¿Cuántos demasiados?
- ¿Le/s compro ese videojuego de zombies que tanto desea u opto por juegos educativos?
- ¿Cómo gestionar el exceso de juguetes que recibirá/n de sus abuelos, tíos, etc.?
- ¿Existe alternativa a los juguetes?
En el presente artículo intentaremos dar respuesta a estas preguntas y ofrecer una guía básica para manejar el “momento regalo” y, así, disfrutar de estas fechas sin preocupaciones.
- Es aconsejable no regalar demasiados juguetes. Un número elevado de paquetes dificulta al niño prestar atención a un juego en concreto, genera confusión sobre a cuál jugar, disminuye su interés por la actividad y devalúa los regalos. Lo ideal es no sobrepasar la cantidad de 2 ó 3 juguetes, y siempre hay que tener en cuenta cuántos regalos recibirá por parte de otros miembros de la familia.
- Sin embargo, resulta difícil controlar los juegos que regalan otras personas de la familia o externas a ésta. En algunos casos, puede ser buena idea sugerir determinados regalos al resto de la familia y amigos. Otra opción es que, si el niño se junta con una cantidad elevada de regalos, los padres los distribuyan (por ejemplo, guardando para más adelante aquellos que consideremos que todavía no tiene edad para disfrutar al máximo o en los que ha mostrado menos interés).
- Todos los padres desean que sus hijos/as muestren interés por juegos y juguetes de naturaleza educativa. Sin embargo, la realidad es que muchas veces los pequeños de la casa (y los no tan pequeños) se sienten más atraídos por juguetes agresivos o de dudoso contenido. En tales casos, es importante que los adultos se guíen por la edad recomendada por el fabricante. También, deben tener en cuenta que en ocasiones es preferible ceder un poco a los deseos del niño/a e incluir entre sus regalos alguno de los que ha pedido – aunque éste no sea del agrado de los padres -, ya que negarle categóricamente el juguete que tanto desea puede traer como consecuencia que el niño/a se muestre aún más interesado por tenerlo.
- En cualquier caso, aunque dentro de los juegos que le regalemos deba estar alguno de los solicitados por el propio niño/a, tampoco hay que comprarle todos los que haya pedido. Asimismo, podemos incluir otro tipo de juguetes de nuestra elección. Existe un amplio catálogo de juegos educativos y divertidos con los que los niños disfrutan mucho y aprenden jugando. Hablaremos de ellos en sucesivas entradas del blog.
- Otra alternativa es regalar experiencias. Dependiendo de la edad y de los intereses del niño/a, podemos regalarle la entrada para un partido de fútbol de su equipo favorito, una tarde en el parque de atracciones o en el zoo, un viaje a algún lugar de su interés, etc. Hay que tener en cuenta que este tipo de regalos supone una gratificación demorada en el tiempo, por lo que se recomienda que el niño/a tenga una edad y capacidad de espera adecuadas para valorarlo. En el caso de los más pequeños de la casa, probablemente no disfruten aún con estas alternativas a los juguetes clásicos, siendo conveniente esperar a que sean algo más mayores.
¿Y vosotr@s? ¿Qué regaláis a vuestros hijos/as?