Son ya varias las personas que se han pronunciado públicamente poniendo en duda la existencia de esta patología. En ocasiones, los niñ@s pueden presentar comportamientos que se confunden con la sintomatología propia del TDAH y, desde Acadia, somos conscientes de que, en la actualidad, existe una sobrediagnosticación y sobremedicación al respecto. Sin embargo, no nos cabe duda de que el trastorno existe y que puede afectar al niñ@ en diferentes ámbitos: escolar, emocional, social, familiar…
Pensamos que, ante la presencia de dificultades atencionales, es fundamental llevar a cabo una evaluación exhaustiva y en profundidad. Esto nos permitirá determinar si tales dificultades conforman un trastorno atencional o si, por el contrario, se deben a otras causas biológicas (una patología diferente) o ambientales (problemas de comportamiento, falta de motivación…). En caso de existir indicadores claros de presencia de un TDAH, es imprescindible remitir a un neurólogo que confirme el diagnóstico, así como actuar en coordinación con éste, los padres y el centro escolar, ofreciendo un tratamiento integral a las dificultades que manifiesta el niño.
El psiquiatra Paulino Catell, en esta entrevista para El País, refleja más ampliamente nuestra visión del tema.